Pese a tanto asunto pendiente…

No pensemos hoy en lo que se puede hacer mañana...
que, al fin y al cabo, es otro día
...
Más bien aprovechemos este momento en que la noche pica,
máxime cuando se ha visto pasar el día a través de una ventana
mientras el labure no permite disfrutar la vida como se debería

Un marcador verde para pintarme los ojos de rojo

Hoy quiero salir a la calle para comprar un marcador verde y pintarme los ojos de rojo, buscar algo de acción, un poco de movimiento, una sonrisa coqueta que me ponga a latir el corazón… o un poco más abajo… un hueco donde pueda embriagar esta ansiedad loca y ahogar en humos el desasosiego tan hijuemadre que me agarra de cuando en vez, un lugarcito en el mundo en el que me sienta cómodo y tranquilo como para parcharme a parlar con el colmos, para sentarme a ver cómo la vida sigue... y seguirá luego sin mí... sin que me afecte la certeza de que el sentido de la vida no tiene nada que ver con que mi vida tenga o no sentido...

Ocioso que es uno

“Otium ≠ neg-ōtium … Negōtium et otium otiosum”, diría si fuera griego,
pero… como no, mejor digo que el mejor negocio es el tiempo de ocio sin hacer nada.

(como ahora que tengo tan poco por hacer
que me puse a repasar mentalmente las clases upebereñas con Fedérico Medina)